Me hallaba observándote de punta a punta, Eras una mezcla sutil de ternura, misterio y amor, No necesitaba de esforzar los versos, las palabras surgían del corazón...
Tan efímeras como el pasar de los segundos, Tan lentas como el latir de mi corazón...
¿Que ven mi ojos que no siente mi alma? ¿Qué eres tú?
Acaso te haz escapado de mis sueños y haz entrado en esta realidad?
Llorando te encontrabas, como si algo de ti hubieses perdido, y yo moría por ser esa lagrima que nacía en tus ojos y moría en tus labios
Mientras pasaban las horas con mi mirada te aceché... tú solo seguías llorando...
Pero volteaste tu mirada y la dirigiste hacia mi, estaba segura que en el encuentro de tus ojos y los míos dentro de mi te sentí!
Y me llevaste de la mano a ese mundo irreal del que venias, sentí miedo, sentí alegría...
Me pregunto donde habrá quedado mi pasado, si aún me recuerdan... o lo perdí todo por estar a tu lado.