El despistao

A esa linda señorita

Esa linda señorita

que todos desean tener

no se deja poseer,

¡qué falta de compasión!

Se queda en mera intención

para llenar los escritos,

todos cuentos muy bonitos

para cubrir su función.

 

Puede que tengan razón

quienes de la nena opinan

y sus formas imaginan

de chica bien y pibón.

 

Y es que, ya puestos a ver

los encantos de la niña,

no esperamos que nos riña

ni algo nos quiera romper.

 

Así que, si alguna vez

algo impropio yo dijera,

no quiero que la tijera

me lo corte del través.