ENTRE DUDA Y PATALEO
Por mucho que pataleemos
nuestro destino ya está escrito,
y cualquier diatriba es sofrito
para digerir lo que leemos.
Somos ese guiso calentito
y en sus hornos nos cocemos,
dejando testimonio escrito
de aquello que jamás vemos;
¡y aun forzando nuestro grito
nunca en el Olimpo entraremos!
Joanmoypra