Vuestras últimas miradas no se apagan,
porque se nota que aún les queda vida,
no preocuparos ese brillo profundo no se olvida,
pasarán siglos, nadie evitará que vuestras fantasías salgan.
Es la magia de los adelantos,
que nada ni nadie muere del todo,
igual da que andes por el mármol o el lodo,
aquí cabemos todos demonios y santos.
Canta la primera canción
Que rompió el primer silencio
Que fue de la nada, tu salvación.
El primer llanto está olvidado,
por él solo sientes desprecio,
ahora ya te sientes curado.