Alberto Escobar

La Risa

 

 

La risa necesita un eco.

 

             Henri Bergson

 

 


No hay mayor regalo que la Risa.
Dicen que hay otros seres en la
creación que también ríen, mas
la risa humana es intransferible.

Te ríes cuando el otro caen en la
más completa humanidad en su
afán de ser dios.

Cuando nos revelamos en objeto
y víctima de nuestra estrechez
acude la Risa como bálsamo
divino.

Si estamos atenazados bajo una
emoción, cualquiera que fuera,
la Risa debe esperar su turno,
debe aguardar a que la primera
salga porque son como agua y
aceite.

Dice Bergson que la Risa sin 
eco no tiene sentido, entonces,
cuando nos reímos recordando
algo que hemos vivido, solos,
¿Qué ocurre?, ¿quizás Bergson
no estaba en lo cierto?

Es cierto que la Risa tiene un
cometido social, pero...

Dios baja a mí en forma de risa
cuando me hundo en la miseria.
Me coge de las manos, me invita
a ponerme de pie y me mece al
ritmo de un sonsonete que eriza
cada uno de mis vellos como una
corriente eléctrica maravillosa.
No existe mejor medicina contra
el sinsentido.

La Risa se desvela como lluvia de
verano que aparece solo para
aliviar la torridez que me agosta.