Y cuando el tiempo se pare, sabré que te has ido. Cuando el tic tac del reloj me despierte, sabré que es hora de huir...
De huir con las sonrisas a otra parte o correr detrás de ellas y atraparlas. De esperar en la estación donde se mueren las emociones y aquellas cosas que no quisimos decir a tiempo, para agarrarte de la mano y escapar con el silencio que nos ama más que nosotros mismos, porque en el se esconden las palabras que no necesitamos decirnos. Que es el único que sabe de nuestros secretos y se mantiene fiel para no descubrirnos.
Hora de ver que nos negamos a la definición de una vida que desemboca en ninguna parte o en algún lugar de lo inmenso, pero que si es contigo, el rumbo puede torcerse hacia la nada si quiere, que yo no te suelto.
\"Mis reflexiones de sofá\"