rosamaritza

MI DIARIO DEVENIR (parte 4)

 

Hola, ¿interrumpo algo importante?.  –Cariño como puedes decir eso, mis notas pueden esperar, ¿que música prefieres escuchar?   –“Es suficiente la melodía de tu voz”.  Aquella noche el suave ritmo de los cuerpos al hacer el amor fue el mejor concierto de amor.  A la mañana siguiente se despidieron con un beso, cada quien devuelta a la rutina.  Ella toma su libreta de notas y recordó los cuentos de hadas de la abuela, los juegos de la infancia y las celebraciones y regalos del “Niño Jesús” en navidad.  Muy pronto todo quedo atrás, para dar paso a la rutina de su vida.   -Madre hoy comienzo a trabajar en la fabrica, al salir me voy directo a la academia, quiero concluir el curso de secretariado, pediré cambio para el horario nocturno.  –“Intenta si es posible el curso sabatino que dictan en la mañana, eres muy niña para transitar las calles de noche”.  Concluyo su curso satisfactoriamente, con la idea fija de emplearse en una entidad financiera,  deseaba superarse en la vida como cualquier otra joven, llena de esperanzas e ilusiones.  Pasarían un par de años antes de que lograra cumplir su primera meta en el ámbito laboral.   Un nuevo ciclo en la etapa de su vida iniciaba.  Al amanecer se dirigía a la fábrica día tras día, esperando el fin de semana con ansias, y reunirse con sus amigas.  Visitaba a sus antiguas compañeras de clase y si alcanzaba el tiempo compartía alguna reunión.  Seguía sonriendo entre los avatares de la vida.  Un nuevo amor cambiaria por completo el rumbo de su vida.  Al enamorarse ciegamente y entregarse en cuerpo y alma a quien se convertiría en el amor de su vida.  En su primer año de matrimonio nace el primer hijo.  Convirtiéndose en madre a muy temprana edad, lo cual le restaba experiencia en el nuevo hogar.  Al segundo año de casada es madre por segunda vez y asume la crianza de un hijo que su pareja tuvo antes de conocerla a ella.   Pronto conoció la otra cara del amor,  sucesivas diferencias en la relación de pareja por parte de ambos, finalmente los llevaron a la crisis  matrimonial.   Pasarían muchos años antes de lograr separarse, quizás intentando salvar lo insalvable.   En el transcurso del tiempo sus hijos crecieron en un hogar conflictivo, a causa de la deteriorada  relación de los padres.  Finalmente, mucho después entendería aquel famoso dicho que dice: “Errar es humano, rectificar es de sabios”.  La vida siempre nos brinda otra oportunidad.  Quien se ama así mismo, ama a su prójimo. Vive y deja vivir…

 

Y la vida continúa …