Cuando me acerco a ti, ciento como mis parpados vibran,
Creo que me pone nervioso, tu manera de mirara
Pero no dejo de mirar tu rostro, como tu cabello hermoso,
Eres una persona maravillosa, gentil y amorosa
Cada momento que te contemplo, veo un ángel en tu persona,
Con una dulzura, que no se consigue
En todas partes, solo es un don de dios,
El color de tu cabello, me recuerda el campo
De dónde yo vengó, cuando miraba el trigal maduro,
Soñaba despierto, que algún día dios me premiara
Con una dama que tuviera una cabellera igual de dorada,
Y esos ojos que al mirarlos son como, sí tuviera el cielo cerca
Con una piel maravillosa blanca como la nieve,
Con su piel suave como el terciopelos o la espuma blanca
Dama es un placer mirarla,
Y de tanto mirarla me he enamorado
Que está en mi mente en todo momento,
Aunque la distancia es nuestro oponente
Es un recuerdo presente, en mi alma y mi mente,
Y mi corazón un templo, para ella cuando me dé su amor
Será la reina, que estará en el trono de mi corazón ,
Donde besaré sus labios, con ternura y delicadeza
Donde sentirá lo que es un beso de amor,
Los que siente el alma y se quedan en el corazón
Extenderé mis brazos y la abrasaré junto a mi pecho,
Donde sentirá el latido de mi corazón
De un corazón que solo tiene amor para ella,
La que la convertiré en dueña de mi amor
Donde le de mis caricias, mis besos fogosos,
Mi alma mi corazón, con pasión y amor
Que lo guardo en mi corazón, para mi reina,
La flor más bella de la creación, la que me enamoro,
Autor eco del alma,
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Antofagasta, 10, 06, 2017,