Tu claro de luz me alcanzo por fortuna,
entre las copas de los arboles te dejas ver por instantes,
en el susurro del viento escucho tu voz enlazarme,
pero es suave, clara y precisa, tu hermosa, apreciarte.
En el centro del valle me coloco a observar,
como deslumbras con tu rostro tu suave mirar,
y he incurrido en fuerte tempestad
pedirte que te vayas, no lo soporto mas.
Que desgracia la mía haberte conocido,
bajo tu manto de santa un beso inducido,
la noche oscura se torna ofensiva
cuando un rayo de tu luz alcanza mis pupilas.
Es increíble conocerte en un instante
y eternamente recordarte sin opción a olvidarte,
me siento alejado, demacrado, destruido,
es el verte y no poder estar contigo.
De vez en cuando no apareces en mi cielo,
aburrido me desvelo esperando el momento,
que amanezca y anochezca es lo que más deseo,
pues dos días sin ti me inducen miedo.
Luna que acaso no te das cuenta,
no comprendes lo que cabe en mi cabeza,
luna por favor entiéndelo, te lo pido,
que mi mayor anhelo es viajar siempre contigo,
pero tú tan alejada, retirada y tan hermosa
y yo que en este mundo sin volar soy poca cosa,
como llegare a ti no lo he concebido,
entiende luna que mi espíritu vuela contigo.
Luna por favor entiende,
que al cielo siempre volteare a verte
y que tu nombre helénico es el que me inspira
a apreciarte, a amarte, a adorarte,
a ti
mi luna querida.