Sabes, esa tarde después que me dejaste
Te deseaba lo peor,
Cuando diste la media vuelta y te alejaste
Se me nubló la razón,
Y rogué a la vida, más temprano que tarde
Me hiciera el favor,
De hacerte sentir en el alma y en la carne
El dolor que sentí por tu adiós,
Más todo fue el resultado de un instante
De angustia y desesperación;
Ahora que pasó la tormenta quiero confesarte
Que ruego todos los días a Dios,
Con este corazón que una vez destrozaste
Que encuentres dicha en el amor,
Y sé que la encontrarás tan sólo que alguien te ame
La mitad de lo que un día te amé yo…