CON SABOR A CARAMELO
Eres sol de primavera
y yo, rosita temprana,
florezco cada mañana
por estar siempre a tu vera
y ser tu flor más galana.
Y cuando llega la noche
te conviertes en lucero.
Eres de amor un derroche
y ese delicado broche
por el que yo vivo y muero.
Me conmueve el sentimiento
cuando acaricias mi pelo...
En mis noches de desvelo,
eres como un beso al viento
con sabor a caramelo.
Me gusta sentir tu abrigo
y que en mi ausencia me añores,
después, vestir de colores...
¡para fundirme contigo
en un arrullo de amores!