Hoy día de las madres,
Voy a escribir una historia de amor.
De una laboriosa mujer,
Quien por la providencia de Dios me dio el ser.
Quien derramo lágrimas y sudor,
Para traer al mundo diez hijos y verlos crecer,
A quien nos enseño principios y pudor.
Al lado de un hombre trabajador.
Nos enseño a ser grandes con un espíritu emprendedor.
Esos recuerdos m e hacen enternecer,
Por la valentía de esa amada mujer.
A quien amo con todo mi corazón.
Rosa Elena.
Mujer de alma pura y buena.
Fuente que me das inspiración
Gracias a Dios tu sangre corre por mis venas.
Eso me da alegría y motivación,
Tu amor, toda mi vida la llena.
Por eso doy gracias al Señor.
Luego entre volar de mariposas
Y de pequeñas aves nectarinas.
Conocí a una mujer muy linda y fina.
Caminábamos una noche de clara luna.
Ella no sabia que había en mi pecho
Pero paciente como ninguna.
Hizo que mi sueño se hiciera un hecho,
De una manera muy amorosa
Tomo mis manos sudorosas.
Y con una voz callada y temerosa,
Me pidió que la hiciera mi esposa.
Y al oír mi respuesta afirmativa.
De la alegría casi gritaba
Era tan grande su expectativa
Que aquella noche como saltaba,
También pa ustedes lindas amigas.
Que aunque el trabajo les de fatiga
Siguen pa lante como la hormiga.
Dando a sus hijos paz y cobija..
Sigan constante marchando siempre
Con esa gracia que les abriga
y con mi verso humilde y ferviente
Ruego al creador me las bendiga.