Padre...
Padre mío que te fuiste
Silbando por aquel puente
Por el amor que me diste
Por tu sudor en la frente
Por tus dos trabajos largos
Por tu ejemplo tan consciente
Por hacer tantas preguntas
Por estar siempre presente
Por los libros, los regaños,
Mis iras de adolescente
Perdóname los reclamos
Y mi vida independiente
La llamada que no te hice
Yo, te perdono la muerte…