¿ VOX DEI ?
Cuando los chimpancés realizan sus danzas rituales en las tormentas, tal vez tenga el mismo sentido que las ancestrales ceremonias del Homo Erectus donde sepultaban a sus muertos.
En los póngidos y homínidos estaba el germen del miedo o reverencia primitivos a una fuerza superior.
Pero no hubo primates monos que produjeran el cerebro trino de Kant, Descartes, Darwin o Einstein…Estos fueron humanos…Primates homínidos.
El erectus, el neandertal, el cromañón y el sapiens adoraron algo superior que llaman Dios las religiones y proviene del antiguo culto de adoración al Sol…De luz…Deis…Dei…
Pero únicamente el Homo Sapiens Sapiens, indago en las entrañas del Ser, en las aterrorizantes profundidades de las abisales distancias cósmicas, en las incomprensibles pequeñeces del mundo cuántico y en los pliegues del relativo tiempo y de la inasible eternidad.
Ya habían pasado los tiempos de chimpancés y erectus; apareció la teoría de la relatividad, la incertidumbre de las partículas, los ordenadores, el gato de Schrödinger, Cantor, los universos paralelos.
Y en el siglo 22, La Máquina de Dios ya fue antigua, las computadoras muy superadas y estaba a punto el viaje a la estrella Alfa-Centauro…En el hombre todos los órganos eran reemplazables, y la microcirugía hacía de tiempo indefinido a la vida del cerebro, donde reside la identidad.
Entonces llegó desde el cosmos el extraño mensaje; era algo muy superior a cualquier conocimiento humano.
Llegaba con facilidad al más simple de los receptores. Superaba las imposibilidades de las leyes conocidas de la física. Los científicos decían que era “imposible”.
Reverdecieron viejas religiones, surgieron nuevas…Era un mensaje divino?...Era Vox Dei?…
El mundo entero entro en asamblea permanente. La tecnología más refinada, los cerebros más brillantes, sacerdotes y gurúes…Físicos, ordenadores nuevos y champoliones.
Todo dispuesto para responder a lo que no se entendía…Todo el ingenio humano más unido que nunca en la historia…Lo intrincado de la respuesta, era inentendible para la gente en forma de ecuaciones y lenguaje matemático.
Era alucinante…Era la comunicación con el creador….Era aterrador y era hermoso…
Los fanáticos religiosos lo negaron y las polémicas fueron de un profundo encono.
Científicos y políticos explicaron que la abstrusa respuesta podría entenderse de alguna manera como…”La humanidad saluda a Dios”…”La humanidad busca a Dios”.
Pasada una década y más…Y al cabo de un siglo la respuesta llegó contundente…
Y esta vez más sencilla…Nosotros también lo buscamos…Dijo el mensaje de los seres extraterrestres.
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