Y bajo la tenue luz del ocaso brillan las hebras de plata que desnudan el alma, escribiendo memorias que tantas veces la llenaron de penas y glorias. Se pregunta un soñador, ¿Cuánto se puede leer y escribir, de lo que vivimos propio o ajeno día tras día?, tanto como lo desees desde lo más profundo del alma y el corazón, expresando lo bueno y lo malo entre cada experiencia, que sin duda alguna un aprendizaje por ende nos deja. Y en la fuerza arrolladora que todo lo puede con esperanza y amor, superarse así mismo en el mundo de hoy. La vida cual espiral en este gran universo, a veces muestra el fin sin apenas comenzar. Solo quien desde su esencia valora y expresa con valentía su libre albedrío, obtendrá el premio que desea un soñador, superándose solo así mismo libre del miedo.///
Y la vida continúa…