El espejo le reflejaba
aquella máscara que no se ve
-se siente, se posesiona de nuestros rostros-
la veía y la entristecía.
Un paisaje, sonidos y colores grisáceos,
todo un movimiento congelado
como una roca al vacío
sin tocar fondo,
un viaje corto e infinito.
Pero es ahí donde se adquiere
ese conocimiento del porqué de las cosas
y el sufrir secreto.
Es duro porque todos queremos
solo sonreír y ser feliz
y la vida no es así…
*Khadija*