LA ÚLTIMA LLAMADA
Autor. Eduardo Carreño L
Tu señal resplandeciente de maldad se apagó,
en el sendero de mis pensamientos íntimos,
solo quedó tu huella, que hoy se disipa,
de mi vida, ilusiones y sueños placenteros.
En la acera de mi biografía ya nada queda,
ya rompí tus fotografías y todos tus archivos,
solo queda el espacio en mi cama, en mi aposento,
ya no quedan ni siquiera tus eternos lamentos.
Me olvidé de tus mentiras y absurdas ironías,
ya nada queda de ti en mi vida, ya nada,
ya no me sumerjo en recuerdos irrefutables,
solo puedo admitir que me equivoque en buscarte.
Nunca debiste aparecer en mi existencia,
ya borré tus vicios, impulsos flagelantes,
que robaban sin miramientos mis segundos,
ya no queda nada, tu amor lo llevó la tormenta.
Yo no soy el que hoy se lamenta, eres tú,
lamentable por ti, pero para mi estás muerta,
no vuelvas a llamarme, no insistas buscarme,
de nada servirá, lo juro, simplemente de nada.
Te deseo lo mejor, serpiente venenosa, falsa,
quisiste ser diosa, siempre con el aura de orgullosa,
no vuelvas a llamarme, toma tu propio veneno,
no me busques más y cuelga el maldito teléfono.
Adiós, veneno cruel, púdrete en tus mentiras,
no caeré más, es hora de cortar, adiós.