FUEGO Y SAL
En esta fría sala de hospital,
mi miedo en la pared hace alpinismo
y corren por mi cara fuego y sal.
¡Presiento estar al borde del abismo!
Mas no puedo rendirme ¡y no lo haré!
No logrará vencerme; lo aseguro,
si tengo que morir; lo haré de pie...
Pero lo venceré... esto, ¡lo juro!
Sé muy bien que la lucha será a muerte.
Él nunca ha de saber que tengo miedo.
Yo tengo que creer que soy más fuerte...
¡Ni un segundo de duda me concedo!
¡Y lucharé como una fiera herida,
defendiendo mis sueños y mi vida!