Nostalgia,
sesgada y escondida,
premura de las seis de la tarde,
puñales de mango, plata y gris,
hogueras paganas,
encendidas en un altar
sin flores ni verdades.
Recuerdos desnudos en la sombra,
telares de hilos rotos
y agujas quebradas,
perdidos en la templanza urgida
de amores fríos y desterrados,
mientras las manos de la noche
encienden, a gritos, nuevamente
las brasas de los besos que arden.
26.06.17