Manuel Calderon Alvarez

Una Presencia Singular

Oh mi niña, mi dulce princesa

Raudos son tus abrazos y efímeras tus palabras

Más no lo son, mis lágrimas

Que caen acérrimas por verte llegar

 

Vi un ángel esta mañana

Y puedo asegurar, que llevaba tu nombre 

Por sus venas corrían riachuelos de luz perenne

Por sus hombros caían rizos de obscuridad latente

Y es que sus mejillas de plastilina y caderas de grial, emanaban un resplandor celestial

Y de sus amarillentas palmas, se desprendía mi más soñado sueño

 

Yo me pregunto

¿Serán tus ojos de cuarzo, o tus labios los más bellos de marzo?

¿Serán tus lunares, luceros, o tus verbos los más complaceros?

¿Serás la más bella, o sólo serás \"ella\"?

¿Tendré una mella en mí, o sientas en ti?

 

Perecederos serán nuestros momentos, pero venidero nuestro amor