Una frase no terminada,
un renglón jamás escrito,
más que una rosa
que para ti necesito.
Sin elocuentes palabras,
sin elocuente sentido
y mi corazón se destroza
en un sentimiento no entendido.
Si una rosa yo tuviera,
una rosa se ha vendido,
lagrimas del corazón,
adormecen mis sentidos.
Expresiones vagas
de tus ojos brotaron,
distante en la madrugada
de tus brazos me he quedado.
El corazón se ha despertado
y la razón ha disminuido,
hasta hoy cuenta me he dado
que jamás yo te he tenido.
Una rosa te daría
si esta yo le tendría,
(todas las rozas del mundo
no son suficientes
para demostrar este sentimiento tan profundo).
Más si una rosa hoy tuviera
a tus manos no llegara,
pues en mis mismas manos
marchitada se quedara.
Marchitada es la palabra,
pues no solo la rosa se marchita,
también mi corazón
que llora por ti noche tras día.