hoy he estado pensando qué será de esto en unos años. de si el vacío se me seguirá acumulando en el costado izquierdo, si me seguiré viendo en cada verso de Pizarnik de Wolf o de Plath, si crearé recuerdos nuevos para cada canción que suene en la radio de forma absurda y compulsiva. también he pensado en dónde va el dolor cuando desaparece, de si se esconde o se transforma, de si la alegría también se desvanece, de si los extraños también pueden ver que me falta algo. he creído conveniente elevar con ligereza la voz para articular alguna incógnita, pero luego he visto la absoluta certeza de que todos estamos jodidos igualmente. tampoco creo que me sirvan las respuestas si cuando el sol ilumina mi quebrada piel el futuro me parece tan negro como el pasado. en contra de todo lo que siempre me han hecho creer: mi dolor no lo cura el tiempo. parece mentira que a veces todo esto parezca una vida y yo interprete al maldito personaje que se pasa toda la película al fondo del plano con la vida deshecha y la maravillosa certeza de que nada en su existencia le merece la pena. al final, he pensado que las palabras son pájaros que nunca dejan de viajar, que ahora están en un sitio pero una mañana cualquiera han echado a volar.