Quiero historia en está noche, una aventura con la que pueda robar el aire y tener un poco de respiración en los pensamientos que me agobian, que hoy están reunidos hasta los de vidas pasadas, está noche que me de resaca sin una gota de licor, esperando el día de mañana cuando el sol apunte por la montaña, solo mire mis zapatos que fueron mis compañeros de camino, de pantanos y rocas sueltas.
Está luna influenciando más en mí, deseoso de pertenecer a este mundo y creer que soy uno más; mi cuerpo prefiere el ir caminando con pasos contados, el cuerpo ha empezado a pensar por sí solo, solo soy un cigarrillo más que se quema en esta ciudad, con el fuego encendido de la luna que me hace creer, en que tiene luz propia, al igual que yo frente a este papel amarillento, secado por el sol.
Preferencias absolutas son las mañanas, cuando los fantasmas de mi coherencia sudan con el viejo sol.