Raquelinamor

HISTORIA DE AMOR EN LA PLAYA. (Tema semanal del Cuartel)

HISTORIA DE AMOR EN LA PLAYA.

A propósito del tema semanal propuesto por el ``Cuartel de Poetas Locos`` debo agradecer la oportunidad por recordar aquellos lejanos tiempos de juventud, cuando solo reinaba la  alegría y  teníamos la sensación de creernos poderosos, capaces de hacer casi cualquier cosa  ¡Claro que si¡ No siempre fuimos viejos, los chicos y chicas de este portal, hubo una época hermosa cuando llenos de energía estábamos dispuestos a  emprender grandes o pequeñas aventuras, y una de ellas  a temprana edad,  era viajar hasta el litoral cercano,  a disfrutar del embrujo del mar, del agua azul donde los cielos se miran, y se confunden con el horizonte, a darse un buen chapuzón, un baño de sol, y a disfrutar el graznido de las gaviotas revoloteando sobre nuestras cabezas.

En un corto fin de semana podían sobrevenir muchos hechos emocionantes además de obtener el dorado caramelo del cuerpo, que nos hacía particularmente atractivos al sexo opuesto, ¡Oh!  y que decir, de las inolvidables vacaciones en la playa, en compañía de buenos amigos unos, otros no tanto, o de la familia protectora, y donde era posible divertirse sanamente, jugando a la pelota en la arena, o revolcándose como pelota en ella, ¡jejeje! ¿Quién no intentó practicar el Surf deslizándose de pie sobre una tabla prestada, para terminar de barriga sobre las olas de la playa? ¿Quién no navegó en una pequeña balsa inflable para no llegar a ningún parte? ¿Y quién no tuvo su primera aventura amorosa sobre la tibia arena?

Bien, vamos a recordar aquel verano del setenta y uno, cuando apenas contaba unos 17 años, ni mujer, ni niña, justo la etapa de transición, la adolescencia, donde se registran  cambios físicos y psicológicos evidentes, ni somos niñas para seguir haciendo cosas de niñas, ni somos lo suficiente  mujeres para hacer cosas de mujeres, pero al mismo tiempo las hormonas protagonistas hacen creer al cuerpo que somos adultas, y es la atracción hacia el sexo opuesto la mayor enemiga de la moralidad.

Estábamos enfrentadas a la etapa final del desarrollo antes de la adultez y los cambios y transformaciones físicas son de oruga a hermosa mariposa, un aumento de la conciencia de sí mismo, y de lucha constante contra monstruos de la mente que conducen a  conductas diferentes, inclusive baja auto estima o depresión por las decepciones sufridas.

Y cuando llegamos a la vejez, se repiten estos comportamientos emocionales sobre todo en relación al amor, las decepciones, la soledad, la ambigüedad de los patrones mentales y hasta nos convertimos en escritores para poder expresar la vorágine de las emociones conscientes que envuelven nuestros pensamientos. ¿No les parece curioso? 

Entonces se usaban vestidos de baño enterizos de una sola pieza y algunos llevaban un pequeño vuelo a modo de faldellín, y complicadas tiras que se amarraban de la espalda al dorso, por cierto muy ridículo, y engorrosos para hacer el amor, pero creíamos lucir muy majas, guapas e irresistibles, y... asì comienzan muchas historias del corazón, de  enamorados  danzantes  del baile de emociones nuevas.

``No sé si aún me recuerdas, nos conocimos aquella tarde, éramos el mar, tu y yo, invitando las ilusiones y sueños, cuyo influjo me trajo hasta ti.  Me abrazaste y mis abrazos respondieron a los tuyos, me besaste y mis labios disfrutaron de los tuyos, un nuevo sabor dulce, el primero, y lo guardabas para mí. Si pudiera retroceder el tiempo, o volver a nacer, cuanto me gustaría repetir esa mágica experiencia.

Hasta los islotes cercanos, fuimos a refugiarnos esa noche, bajo una luna creciente, arropada con tu cuerpo, no sentía frío, allá en el recóndito tiempo donde surgían romances y de los cuales guardamos simpáticas anécdotas, como tesoros junto a los caracoles de nácar y oro, con las estrellitas que habían caído del cielo y adornaban nuestro nido de arena.

Te vería cada amanecer sonriendo con la luz de la alborada,  como aquella vez, y escribiré para ti un verso de amor, una canción emocionada, para atrapar en ellas  todos los instantes bellos, del comienzo de nuestra corta  historia, pero... ya se acercaba la despedida, el fin de la semana se aproximaba, quedarían en la mente los recuerdos de las noches  ardientes, junto a la fogata, y del pescado asado, salobre como el sabor desnudo de tu cuerpo, las ostras que nos pasamos boca a boca, las canciones acompañadas de la vieja guitarra, y los sudores mezclados al compás del baile de  los tambores.

Por mucho que pasen de largo los años por nuestras vidas, nunca olvidaría aquella despedida en la playa, unas làgrimas, palabras entrecortadas, te hice una promesa,  te amaría  por siempre y tu prometiste volverme a ver, lo cual no ocurrió nunca, entonces no había celulares, apenas un papel húmedo con las letras de una dirección jamás  encontrada, esa semana la familia se mudaba a la capital y el rastro se perdería entre los sueños de la gran ciudad, y los recuerdos de aquel mar lejano, que se mantendrìan vivos por mucho tiempo``

Bien mis amados compañeros de letras, ahí se los dejó, ustedes imagínense lo demás. Besos y saludos de universal amor de la raquelinamor