Cuando se alcanza el sueño, ya no es sueño, sino realidad.
Los sueños son inalcanzables, siempre están de camino.
Alcanzar un sueño y vivirlo no es real es un don divino.
El verdadero sueño es vivirlo poco a poco sin llegar a la totalidad.
La vida sin sueños no se concibe.
Imagínate un desierto sin un oasis ni un espejismo.
O una vida sin amores , vacía sin romanticismo.
Aquel que nada da, nada recibe.
Quizá tuvo una muerte prematura
Por haber vivido plenamente el sueño
Su vida se pudrío, como fruta madura
Crear paraísos artificiales
No te hace de tu vida dueño
Crees entrar en él , cuando ya sales.