Desde este rincón empobrecido
hasta la puerta de una de tus orillas
existen kilómetros y kilómetros de periodos
de inagotables caminos engorrosos
de vigilantes muros.
Ah, universo, se amable y condensado
diligente a la vez;
tiempo, que sea siempre ese abril
que no tenga miedo de mi memoria;
hoy es mi todo darle mi aliento
hoy no es incierto un principio.
Desde mi subcielo
dibujo su frente caudalosa
en un ala púrpura.