Estrecho firmemente los abrazos,
los uno decididos en mi pecho,
que fragüen y conformen fuertes lazos
mandando la armonía por derecho;
que impere la amistad…, y así en los brazos
florezca convivencia con provecho
y broten solidarias, ruiseñoras,
palmadas verdaderas y sonoras.
Aquí, ramificados y bravíos;
aquí, las manifiestas ansias mías;
aquí, sin ataduras ni atavíos,
se manifiestan, nobles, poesías...,
y el caudaloso cauce de los ríos,
que acrecienta las noches y los días,
crece multiplicado, caro amigo,
con la amistad sincera, por testigo.
Autor: Deogracias González
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