En búsqueda de una paz interna,
bajo palmeras en la brisa saludando ,
y con el sonido de las olas,
sucumbí a soñar
Sin prisa y sin rumbo,
mis pensamientos navigaron
el velero de ensueños
por océanos quiméricas
Un eclipse del sol repentino
pertubió mi solaz,
sus tirabuzones mojados me salpicaron,
gotas del mar refrescando mi frente
Encantado por su belleza
perseguí sus risotadas,
nuestra miradas devoraron la distancia
hasta nuestro abrazo
Motivado por el encanto
de una puesta del sol,
se le robé un beso y ella
me cuchicheó su nombre,
Chiripa