Suspira el alma
desempolvando los libros arcaicos,
los milenios ocultos en los textos,
me pierdo en aquel ayer
donde el alma aspiraba a ser.
Crujidos en la piel
destellos de maldad
suave manto de imperfecciones,
refleja lo sabio de la vida, mi vida
que muestra el laberinto de los días.
Cuento con años en las valijas,
chatarra que acumulo en el chasis,
drogas de miles de colores,
ilusiones en la muerte
en la vida de mi ser.
Disipa la luz de otros las sombras
que se acumulan en mis hombros,
humeantes palabras derrocan los miedos,
se pierde el llanto en el subsuelo,
cerca de los círculos del infierno
allí a donde pertenezco.
Aliento del alma
llega en los arreboles dorados,
las nubes milenarias cantan alabanzas
con sus truenos y relámpagos,
animales aúllan con pasión
los despojos de las ruinas del hombre que soy.