Recógete tus largos y bellos cabellos negros con tus delicadas manos, deja que acaricie tu cuello con mis besos.
Con las yemas de mis dedos templaré las cuerdas de tu espalda hasta que tu cuerpo vibre con la dulce melodía que haga despejar el cielo.
La luna el sol y las estrellas se asomaran para ver como bailamos junto al río la danza de nuestro amor, tanto tiempo oculta y sin saber dónde estábamos los dos pero disfrutando de nuestros placeres entre manzanilla y chocolate corto se nos hizo el día.
© José Cascales Muñoz
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11 de Febrero 2017