Entre esta oscuridad de cruel invierno,
Me quedo poco a poco adormecido,
Buscando aquel recuerdo tan querido,
Aquella eternidad de algo tan tierno;
Y dicha con tristeza, las alterno;
Alegría por todo lo vivido,
Tristeza por haberla ya perdido,
Para quedar hundido en este infierno;
Y sigo con mi vida de alternancia,
Calvario de contrastes y fulgor:
Olor tan nauseabundo con fragancia,
En mar embravecido de dolor,
Y otras en celeste y vril estancia,
Donde sigues, tan viva, por mi amor…