no me digas amigo
si me aborreces ya,
ni me saludes como un Judas
si me traicionaras;
prefiero la indiferencia fria
a que el puñal de la hipocresía
calando hondo al corazón;
mejor que nunca
nos hubiésemos conocido
a que llevar el corazón herido
por culpa de un amigo
que no es amigo.
no me digas amigo
si por tu culpa
llevo herido el corazón;
un amigo es como un hermano,
pero no..., pero no un traidor.