Cuanto me gustaría abrir esa puerta y encontrar la imagen de tu presencia.
Cercana a mi piel y con mis caricias, con tus sonrisas tocaría mis sonrisas.
Me invento uno y mil pretextos para no despertarme entre los minutos que sueño contigo.
Y mi mente vuela en mil pedazos y cada uno de ellos forman una sola imagen...
La imagen que tengo de tu imagen, tocando a mi puerta, sin distancias, ni suspiros.
C.