Un suceso más de la vida.
Uno de los tantos recuerdos
que se unen en el alma...
para cuando ésta solitaria se sienta...
Tú y yo volvíamos de pasar
una velada de reunión-amigos.
Una noche de sabrosos platos,
bebidas, risas, mucho baile...
Y la gran felicidad de estar juntos.
Terminó esta reunión cerca de las dos de la mañana.
Después de tanta danza,
estábamos tremendamente acalorados.
Por suerte la reunión se hizo muy cerca de la playa.
Digo por suerte porque estábamos muy transpirados.
Necesitábamos sacarnos ese calor con agua.
¡Y qué mejor hacerlo que en las aguas del mar!
Tú ya habías sido previsora,
y tenías preparadas nuestras mallas en un bolso.
Bajamos hasta la playa...
Allí muy cerca del mar, nos instalamos.
La playa nos pertenecía, puesto que nadie había.
Comenzamos a desvestirnos... de a poco,
hasta quedar sin nada puesto.
Éramos como Adán y Eva, en el Edén...
Puesto que quedamos completamente desnudos.
Ansiosos nos introdujimos en el mar...
Fue como revivir, después de tanto movimiento,
comida y bebida...
El gran oleaje, casi cubría nuestros cuerpos, parados.
Allí comenzamos a besarnos, y a desearnos...
Con coincidentes pensamientos de atracción.
Con locos deseos de hacer el amor... absoluto y total.
Fuimos a la playa... allí, a tendernos en sus arenas atrapantes
hacia nuestra piel, que calientes estaban... de tanto desearnos...
Allí seguimos con el maravilloso juego del amor.
Allí toda te succioné y besé.
Como tú lo mismo hacías con mi piel...
Y con mi enervado erguido mástil.
Tu boca subía y bajaba...
Y a mí me enloquecías...
Tú me lo pediste, y yo te lo entregué...
aquella madrugada,
en la playa...
Amor, amor... amor...
Brigada del escenario.
01/07/2017