In memoriam
¿Qué es esta tristeza que me abraza como una segunda piel?
Cuerpo extraño introducido en mi organismo,
esquirla incrustada en mi cerebro,
sanguijuela que me chupa la sangre y me abre surcos en las venas
por donde inocularme su veneno,
de efecto lento y deletéreo.
Crece el dolor en mi vientre como una planta carnívora
devorando todo lo que en mí queda de inocente,
alimentándose de la tristeza
sedimentada en capas de recuerdos,
consumiéndome poco a poco hasta agostarme,
imparable como una enfermedad en su apogeo
que un día invadió mi organismo
aniquilando sus defensas
y dejándolo a merced del tedio.
He vivido lo suficiente
para saber que no quiero vivir más,
y si vivo no es por deseo de seguir viviendo,
sino por inercia y por miedo,
por manifiesta incapacidad para hacer
aquello que debiera hacer.
¿Para qué vivir,
para qué morir,
para qué actuar
si nada de lo que haga servirá?
Haga lo que haga,
nunca veré cumplido mi único deseo:
vivir contigo.
Por eso me digo día tras día que todo está perdido,
que es inútil seguir luchando
-¿contra quién?-
si no hay enemigo.
Te he pedido perdón tantas veces
que a la fuerza tienes que haberme oído.
Mas ya no espero una respuesta de ti,
pues sé que la respuesta llegará cuando deje de esperar.
Puede pasar un año,
pueden pasar dos,
incluso puedo perder la cuenta de los años que pasarán,
que yo siempre te recordaré;
con tristeza, sí,
pero con tristeza fiel y enamorada.
© 'Te quiero, no lo olvides. Poemas para Psyche', Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.