Perdí mi dignidad
Sin duda la perdí, porque te extraño
y no sé estar sin ti. Deje mi orgullo a un lado y te escribí: tan sólo un te quiero, regresa.
Perdí mi dignidad al mandarte ese último mensaje, pero tú perdiste
a alguien que no le importó pisar su dignidad con tal de no perderte.
Quizá perdimos ambos tú a la mujer que te añoraba y te amaba; yo a mi amor propio intentando lo imposible.
Gabriela Rodríguez
2015-2017
Navojoa, Sonora México.