Elena Nikkinen

Mis Secretos

Todas las personas poseen muchos secretos, 

algunas personas matarían por sus secretos

y algunos secretos matarían personas.

Esos secretos mejores guardados,

y esos que compartimos con otros.

Esos secretos que si se descubren, 

lastimarían, darían odio y también discordia.

 

Luego de tantos años en silencio, sin ser conocidos, 

por ningún otro ser más que el mío, 

contaré los míos, para intentar alivianar la carga, 

que no me dejar expresarme ni vivir mi día a día.

 

Amé a uno con todo mi ser, aunque fuí la causante, 

de la pérdida de una de sus neuronas, 

que entre convulsión y convulsión, éste las perdía.

Uno fue mi todo, y al perderlo no me quedó nada.

 

Yo deseé que dos se fuera de nuestras vida, junto con sus problemas y agonías, 

pero no que de su cuerpo se fuera por completo la vida.

Yo quise ayudar a tres, a curar nuestras heridas juntas, 

pero ella me dió la espalda y me reemplazó.

 

Intenté acercarme a cuatro, pues yo todo enamorada tenía fe en él, 

pero nunca le pedí, que se riéra de mí ni que nunca me volviera a saludar.

Cinco y yo fuimos grandes amigas, pero me dejó sola, jamás se enteró 

de la cantidad de lágrimas que derramé por extrañarla.

Y con cinco, empezaron los voces extrañas, que empeoraban todo.

 

Luego de cuatro, vino mi enamoramiento de seis, todo dulce y tierno en invierno, 

pero se fué sin las agallas de volver por mi segundo beso.

Luego de tantas amigas , siete tocó la puerta a mi vida, 

sería mi primero del sexo contrario, pero todo se fue al carajo, 

él confunció mi amistad con que yo lo amaba, y me avergonzó frente a todos, 

y nunca se enteró de la verdad....

 

Y por último está ocho, quise ayudarla a entrar en razón, 

pero solo me trató de mal en peor.

Ella no compredió que ella me hacía llorar por decir mentiras de mí, 

y que ella lloraba cuando yo intentaba decirle sus verdades.

Aquí las voces no cesaban, por poco y no gritaban.

 

Éstas son las ocho personas involucradas con mis secretos , 

y que solo UNO y mis recuerdos con él pueden combatir las voces de mi cabeza

todas y cada una de éstas personas  nunca leerán este poema,

ni que tampoco entendarán la razón,  el gran acto o acción mía

seguida de cada secreto: dejar de ser cercanos a mi persona.

 

ELENA HAKKINEN