Continuación al tema de ayer en el que Federico conti-
nuaba en el lago Eden, pero muy ansioso por abando-
nar aquel lugar tan solitario y silencioso que le hacía
tanto daño ya.
Allí había nacido el \"Poema doble del lago Eden Mills\"
mencionado ayer.
También compuso en esos días otro poema cargado de
emoción, otro \"planto\" o \"quejío\", al igual que lo hiciera
Garcilaso entre las verdes campiñas de su destierro en
el Danubio. Son voces bien distintas en cuanto al estilo,
pero no en la intención y el sentido: el sufrimiento, el
amor, el deseo y la impotencia ante una realidad que se
les impone, ante un destierro físico, en uno, y espiritual
en el otro, que les duele demasiado:
CIELO VIVO
Yo no podré quejarme
si no encontré lo que buscaba.
Cerca de las piedras sin jugo y los insectos vacíos
no veré el duelo del sol con la criaturas en carne viva.
Sigue en el vídeo insertado.
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Continuará