Alberto Escobar

Horror Vacui

 

 

Se obedece porque conviene y se duda porque se piensa.


Ray Loriga

 

 

 


¡Como impone la página en blanco!
Horror vacui que invade de silencio la
intención de la musa.

Silencio blanco que hipertrofia la mano
hasta trocar sus dedos en huéspedes de
la sospecha, de la desconfianza
creadora.

Mano que se sarmienta ante la tensión
que enerva el ingenio, ingenio que en
el pretérito acudía presto al silbido del
poeta que vive de sorber ambrosías 
ajenas, leídas en jeroglíficos que acuden
al deleite como la miel derramada del
Parnaso.

Repto por las calles derrotado por el
estro.

Me declaro sometido al veneno de la letra
impresa, que me empozoña de vida.
Empuñar la pluma se ha tornado cadena  
de placer, cadena que nace de una pequeña
barquita de libertad que paciente espera en
puerto seguro, abrigada de vientos funestos.

Decido entregarme a este presidio hasta
obedecer sus designios y deseos, porque
conviene a cada gramo de voluntad que
todavía me impulsa como llanto de un niño.

Cumplo la pena de apacentar los establos
que se abren paso entre mis labios para
pronuncian palabras que solo escritas
pueden ser dichas.

Bátome en retirada, esta vez, tañendo mi lira
en clave de re: reescribiendo lo grabado 
negro sobre blanco; remitiéndome a lo ya
escrito...