la noche se hace vieja y
la vaina de luz que la hiere
le deja mostrar entre grietas
un brote de piedras brillantes
hay en sus ojos las perlas
del firmamento hondo y despiadado;
para todas aquellas reyertas de
quienes no se han consumado
sera que erguida la vista tienes
hacia aquel sucumbir imperioso
de farolas perdidas en arrullos,
de migajas de astros encallados
quisiera ir a tu encuentro
bajo las llagas de un nuevo alboréo
para decir que te lleve dentro
y que la noche me hendió entre sueños