Muchas pompas me envanecen
o me apenan, cuando es vano
mi esfuerzo frente al mundo
insensible al amor.
Otras pompas ni nombrarlas,
pero pompas de jabón…
me divierten y me alientan
cuando traen espejismos.
Espejismos que se esfuman
cuando los tocan mis manos.
No me importa; ya los tengo
en mi mente y en mi alma.