Hoy quiero exprimir mi corazón,
extraer la última lágrima,
desecar ese pozo de aguas negras
que me envenena el alma.
Hoy quiero llorar hasta inundar la tierra
como un diluvio nuevo,
arrancar la compuertas de los cielos
y barrer de mi ser las telarañas.
Hoy la marea azota mis sentidos
y las olas estallan en mis rocas
salpicando espumas encendidas
arrastrando la arena de mi playa.
¡Que terrible y que bello
vivir con el corazón en pie de guerra!
aceptando desafíos, duelos,
amores y resacas.
El día en que despierte
y no sienta el corazón encabritarse,
palpitar el alma, y encenderse el cuerpo,
el día en que despierte y no desee
enroscarme en tu pecho
enrocarme en tu alma
y fundirme en tu sexo,
será porque estoy muerto.