Raquelinamor

ALEJANDRO, ALEJANDRIA, ALEXANDRE, ALEJANDRINOS

Mis amados amigos poetas y poetisas, me pase el día investigando desde  varias fuentes, estuve  estudiando, porque como bien saben,  no soy erudita en el arte de la poesía, yo siempre escribo “pa ‘lante” lo que sale de mi corazón parlante, pero entiendo,  que para estar una aquí sentada publicando, se debe  ser  responsable y  tener  buena ortografìa y cierta preparación, pues no falta quien a uno de  sacudón y con toda razón.

El caso es,  que de Alenjandrinos, no sabía yo ni un pepino, así que decidí tomarme el regaño en vino,  aprender algo del saber ladino, me convino,  y como no soy egoísta,  si acaso un poco altruista, les comparto mi trabajo y lo demás me importa un ajo, por supuesto,  no a los sabios en esto,  sino a los que igual que yo nada  o poco saben del tema en cuestión. Por eso voy a echarles el cuento a mi modo:

Alejandro el Grande fue una gran Rey de Macedonia,  unos trescientos años,  antes de Jesucristo, casi nada por lo visto, fue hombre valeroso y audaz, y  a quien a cada rato nombramos, recordando sus hazañas y numerosos  escritos, según dicen, era hijo y sucesor de Olimpia de Epiro y Filipo II su padre, quien lo preparó para reinar, haciéndolo militar y encomendándole  a Aristóteles  su formación intelectual.

Fue tan grande por su ingenio y valía, no sé si lo sacò de alguna tía,  que hasta una ciudad fundó y la llamó Alejandrìa, y hoy  no sabemos si los versos alejandrinos fueron hechos en su honor,  o salieron de los poemas del  francés Le Tors y Alexandre de Bernay, pues fueron usados en la lírica del mester de clerecía y en textos de Gil Polo, nada que ver con el americano Polo Sport, y también por  Sor Juana Inés de la Cruz,  que Dios la tenga en la luz, y Leandro Fernández de Moratin Madrileño, que murio París, y fue un dramaturgo y poeta relevante autor de teatro del siglo XVIII español, y junto a  otros, del Romanticismo renacido  por la  influencia francesa, el asunto es que los Españoles hacen alarde de esta  tal grandeza.

Y hablando de ALEJANDRIA ,  importante ciudad de Egipto fudnada por Alejandro Magno en estratégica región y adonde Ptolomeo construyo la biblioteca más grande del mundo,  por órdenes del mismo rey,  y se convirtió en pocos años en el centro cultural más importante de la antigüedad, donde se albergaron mas de 900 000 manuscritos y  vivieron los famosos gramáticos notables,  sabios alejandrinos,  que determinaron las leyes de la retórica y la gramática, que utilizamos hoy.

Y ahora les contarè  del otro Alejandro, el tal  Alexandre natural de Bernay,  un escritor normando, que vivió  feliz en París  y según  cuenta la historia, tradujo del latín junto a Thomas de Kent, la obra iniciada por Lambert le Court, 

“LI ROMANS D\'ALIXANDRE” traducido o imitado más bien, de Quinto Curcio Rufo,  texto de la vida de Alejandro Magno, atribuida a Calístenes y de la ALEJANDRíA  de Philippe Gautier de Chatillon y en la que se creía,  se había empleado por vez primera,  el posteriormente ultra famoso verso dodecasílabo francés, que desde ese momento se llamó alejandrino, ¿Ya ves? ¡La historia que fácil es!

Y para continuar con el cultural cuento, aunque sea a muchos de amplio conocimiento, el verso alejandrino es de catorce sílabas métricas, compuesto de dos hemistiquios de siete sílabas cada uno, con acento en la sexta y decimotercera sílaba.

Entre ambos hemistiquios heptasílabos hay una cesura o pausa media, que funciona como la pausa final de verso: no admite la sinalefa y hace equivalentes los finales agudos, llanos y esdrújulos según las reglas métricas del español.

El verso alejandrino puede tener varios patrones acentuales. El más común es el que tiene marca rítmica (sílaba tónica) en las sílabas segunda, sexta, novena y decimotercera: Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla (Antonio Machado).

Hay otras variantes de uso menos frecuente. Por ejemplo, Rubén Darío utiliza alejandrinos en su conocida SONATINA con marca en las sílabas tercera, sexta, décima y decimotercera: La princesa esta triste, ¿que tendrà la princesa? En ambos tipos, el esquema rítmico es el mismo en ambos hemistiquios. En otras ocasiones, cada hemistiquio presenta un esquema distinto, como sucede en este verso de Pablo Neruda: Puedo escribir los versos mas tristes esta noche, donde el primer hemistiquio tiene marca rítmica en las sílabas primera, cuarta y sexta, mientras que el segundo la tiene en las sílabas segunda, cuarta y sexta (novena, undécima y decimotercera si contamos todo el verso como una unidad).

Resumiendo:  Ambos deben tratarse como si fueran hemistiquios separados, y el conteo de sílabas es independiente.  Y si el primer hemistiquio termina en aguda, se le debe sumar una sílaba para obtener el conteo correcto. Y si es grave, serán exactamente siete sílabas, si es esdrújula, para obtener el conteo, se deberá restar una sílaba. Además, no permite sinalefa y lleva acentuadas la 6ta y la penúltima sílaba.

Copio ejemplo bien marcado:
Palomas de los valles // prestadme vuestro arrullo;
prestadme, claras fuentes, // vuestro gentil rumor,
prestadme, amenos bosques, // vuestro feliz murmullo,
y cantaré a par vuestro // la gloria del Señor. (Zorrilla).

En la poesía modernista se utiliza el alejandrino como sustituto frecuente del endecasílabo en la elaboración de sonetos, y también para formar pareados y otras estrofas. Así, este es un ejemplo de pareado: Cada hoja de cada árbol canta un cantar y hay un alma en cada una de las gotas del mar. (Rubén Darío)

Bueno, esto apenas es el comienzo, porque de este tema aún hay mucha tela para cortar, pero acá les dejo algo para empezar a estudiar, y mañana les entrego el poema que haré para hacerme examinar.

Gracias por la atención prestada y si de algo les sirve la rondalla, les daré virtual medalla. Y de ustedes se despide con saludos de universal amor la Raquelinamor.