La observe entre tanta gente, sublime y encantadora, cautivando cada ríncon de mi ser, desconocida y anónima su hermosura me lleno de prejuicios volviéndola una mas de entre tantas mujeres.
El mundo esta regido por el azar y por suerte pude conocerla, su sonrisa llenaba de oscuridad mi vida, y yo amaba caminar a oscuras, alegraba mi ser el cual permanentemente permanecía vacío y triste.
Cuando intercambiamos palabras la oscuridad era mas intensa y yo me perdía en ella cada vez mas, pero cuando no sabia nada de ella, la ausencia de luz se disipaba, mi pecho sentía un gran presión, una hecatombe ocurría tan solo en ese pequeño espacio ubicado entre el diafragma.
Volvía a ser la persona triste, deprimina y sin autoestima que era antes, mis sentimientos luchaban entre si para buscar una respuesta lógica del porque no estaba conmigo, pero es imposible que yo pueda obtener esa respuesta.