Jorge Aimar Francese Hardaick

CAUTIVO

Desmontaba el fuego eterno

en el abismo del horizonte

cuando ella, consecuente,

a bocanadas ardientes

mi alma encadenaba

al delirio de su amor.

 

Cautivo quedé en su fuente

bebiéndome el viento

que a sus labios

pudieran secar,

quitando toda sombra

que a sus ojos

pudieran empañar.

 

En el manantial de su deseo

se baña el alma mía,

aprendiendo cada día

el canto de su poesía...

 

¡Su pasión, en mí se estiba!

 

Jorge Aimar Francese Hardaick

Escritor de Sentimientos - Argentina

(derechos reservados del autor (*))