Mauro Enrique Lopez Z.

BendiciĆ³n de Dios

Tarde de mucha pesca

las gaviotas, picotéan una y otra vez

disputando la misma sardina,

yo felíz viendo al piquero como siempre

 lanzándote al agua como un avión suicida,

sale con un pez en su pico sacudiendo sus alas

alza el vuelo,y  nosotros trabajando en el barco

con la red en el agua copiando  

por que hay mucha pesca,

como nos embarga de alegría

que hasta la tijeretas posaban en la cofa feliz

La faena terminaba y  hora después

la nave va rumbo a puerto

porque la pesca fue en abundancia.

Gracias al creador a Dios por darnos el sustento diario.