Quisiera volverme loco… en este amanecer,
sufre mi aliento… me envuelvo en madrigueras;
quisiera rehuir a este momento que me aqueja,
que me exprime… que no me deja…
que me convierte en un zascandil,
tan horroroso… malgeniado…
en un páramo gris sepultado en lamentos;
yo quisiera comprender el porqué de este tormento,
cada crepúsculo, cada anochecer
me liquido en mis pensamientos…
Tú, mujer… que azotas mi alma toda,
de repente vienes con la aurora
sembrando en mi alma la nostalgia,
cual ave de rapiña que en aleteo se lanza
hacia el indefenso polluelo,
llegas… me revuelcas…
me estrujas en el suelo
y en un desenfrenado frenesí
siente la estancia de mi alma su pena,
sin querer volver a pensar… ya la vida me es ajena,
ya no quiero ni recordar;
sufren mis silencios sus penas
cual sonidos de quenas que vuelven,
del más allá.
(victolman)
Chorrillos-Lima-Perú.