Estrújame el alma,
exprime de mi las gotas de aquel amor que nunca di.
Mójame con el sudor de tu cuerpo, con la miel que destilan tus labios cuando me enloqueces con tus prohibidos besos.
Revísteme de tu belleza, de tu fragancia, hazte una con el aire que respiro.
Quémame con el fuego de tu mirada y derríteme con el sabor de tus labios.
Hazme tuyo por un segundo,
para en dos o tres más, al fin pertenecerte.
Que tu pensamiento se funda con el mío y que tu piel llueva sobre mí como polvo de estrellas.
Que ya no quede en mí, nada más que vos y que tu voz se duerma sobre mis latidos cada noche.
Que exploten nuestros corazones sobre el cielo formando destellos indescriptibles de brillos multicolores.
Arrebátame la vida
y llévatela lejos para que sea sólo tuya.
Y así nos salvaremos mutuamente,
y escribiré sobre la arena tu nombre y dibujaré sobre tí, muchos TE AMOS, mil corazones y cientos de esperanzas.
C.