“RETRATO EN SEPIA”
Encontráronse cara a cara a orden de expandir su río un Orden Gubernamental y un Conflicto Antinatural.
-- Detente Miserable, y en lugar de sentar tu pugna e hincar tus feroces dientes en todas mis legislaciones, permite que mis tribulaciones continúen como es debido en el manto de su destino.
-- Tronó, como es bien sabido --, el Orden Gubernamental.
-- Estruendosa su carcajada, escupitajo malidicioso y mirando en tenaz soslayo, - repuso el otro engreído -, el Conflicto Antinatural --.
-- No esperes de mi nobleza, limar tan fiera aspereza que los siglos han perpetuado en nuestro orbe celestial, bien sabes que mis principios impiden el acto seguido en esto que se disputa--.
Luego de muchas idas, de las causales venidas, de las reyertas y revueltas; de los cuentos y vericuetos, se halló el eslabón perdido para sanar al herido, al robado, al perdido, al tonto y al ofendido, y a todo el que la ha sufrido allí quedó embutido por Decreto Presidencial.
Con la venia de fulanos se estrecharon las manos, en gran paseo de olla se sazonó la cebolla, hubo fotos de hermanos, tinto, vino y marranos… y para siempre reinó la paz.
¡Sabed, vosotros hermanos que esto es un acto de amor, que en el reino de las cosas hace que sea gozosa esta monumental empresa y agenda filosofal!
Quede dicho y firmado por el Santo Presidencial.
Racsonando ando.