Y un buen día abrió los ojos
los froto
y un pañuelo en la frente encontró,
a mediados de año
singular acto de reverberación
singular manera de ser
pudiendo interferir en su destino
y moldearlo a voluntad
con el corazón entre los dedos
perdonándose nuevamente
dominando las ansias de salir y no volver mas
era su vida y no la cambiaría
por nada